Por lo general, no se recomienda conectar en cadena cables de extensión de alimentación debido a preocupaciones de seguridad y riesgos potenciales de sobrecarga. Sin embargo, si surge una situación en la que parece necesaria la conexión en cadena, es crucial cumplir con pautas específicas. Aquí hay algunas consideraciones:

Riesgo de sobrecarga: La sobrecarga en un escenario de cable de extensión conectado en serie es una situación precaria en la que la corriente total consumida supera la capacidad nominal del cable. Esta precaria circunstancia aumenta cuando se conectan simultáneamente dispositivos que consumen mucha energía o cuando la carga total se acerca a la capacidad máxima del cable de extensión. La corriente elevada induce un calor excesivo, lo que aumenta sustancialmente la probabilidad de una sobrecarga térmica, lo que genera posibles riesgos de incendio y compromete la integridad estructural del propio cable de extensión.

Caída de voltaje: La caída de voltaje, una consecuencia inevitable del aumento de la resistencia en la red de cables de extensión conectados en cadena, puede tener implicaciones de gran alcance. A medida que se extiende la longitud de la cadena del cable de extensión, el voltaje en el terminal disminuye, lo que potencialmente afecta el funcionamiento efectivo de los dispositivos conectados, especialmente aquellos sensibles a las fluctuaciones de voltaje. Este fenómeno subraya la importancia de una planificación meticulosa, donde se calcula la longitud total de los cables conectados en cadena para mitigar los efectos adversos de la caída de voltaje y mantener una entrega de energía constante.

Calidad del cable: No se puede subestimar la importancia primordial de emplear cables de extensión de alta calidad en una cadena tipo margarita. Los cables de calidad inferior pueden carecer del aislamiento necesario para protegerlos contra riesgos eléctricos. Optar por cables de calidad inferior no sólo pone en peligro la seguridad general de la configuración en cadena, sino que también socava la capacidad de los cables de extensión para soportar los rigores del uso prolongado, lo que podría culminar en fallas prematuras y comprometer la confiabilidad de todo el sistema eléctrico.

Uso previsto: Desviarse del uso prescrito y de las capacidades de carga descritas por el fabricante introduce una serie de riesgos. El intrincado diseño de los cables de extensión se adapta a aplicaciones y escenarios de uso específicos. Desviarse más allá de estos parámetros somete a los cables a tensiones para las que no fueron diseñados. Tales desviaciones pueden manifestarse en un desgaste acelerado, un mayor estrés térmico y una disminución general de la integridad operativa de los cables de extensión, lo que representa una amenaza latente tanto para los dispositivos conectados como para la seguridad general del sistema eléctrico.

Medidas de seguridad: La incorporación de características de seguridad adicionales se convierte en un aspecto crítico para mitigar los riesgos inherentes de la conexión en cadena. Las regletas dotadas de mecanismos de protección contra sobretensiones y prevención de sobrecargas sirven como formidables baluartes contra picos transitorios de tensión y corriente excesiva, respectivamente. La integración de tales medidas de seguridad no solo fortalece la protección brindada a los dispositivos conectados, sino que también actúa como una medida preventiva para reducir posibles riesgos eléctricos que pueden surgir de circunstancias imprevistas.

Uso en exteriores: Ampliar el uso de cables de extensión a ambientes exteriores requiere una gran conciencia de los desafíos ambientales que pueden enfrentar. Los cables de extensión específicos para exteriores, fortificados con materiales y construcción resistentes a la intemperie, se vuelven indispensables para garantizar la longevidad y seguridad de la instalación. No utilizar cables diseñados expresamente para uso en exteriores expone el sistema a los efectos corrosivos de los elementos, lo que podría provocar un aislamiento comprometido, fallas eléctricas y mayores riesgos de seguridad.

Aplicaciones de servicio pesado: en escenarios que exigen resistencia a un uso prolongado y exigente, la selección de cables de extensión diseñados para aplicaciones de servicio pesado se vuelve imperativo. Estos cables, a menudo caracterizados por una construcción reforzada y un aislamiento mejorado, exhiben la fortaleza necesaria para soportar los rigores del uso industrial o intensivo. Al optar por cables de extensión de alta resistencia, no solo se garantiza la longevidad de la instalación, sino que también se mitigan los posibles riesgos de seguridad asociados con el estrés del funcionamiento continuo.

Cable de extensión de alimentación interior tipo francés aprobado por NF JL-3, JL-3A