Cables de extensión extienden la longitud de los cables eléctricos estándar y se utilizan para alimentar herramientas, luces, electrodomésticos y otros aparatos electrónicos domésticos. Vienen en una variedad de tipos y tamaños, desde opciones económicas de trabajo liviano hasta variedades de servicio extra pesado diseñadas para plantas industriales, trabajos de construcción, vehículos recreativos y casas rodantes, y más.

Elige el tuyo según tus necesidades

La mayoría de los cables de extensión están clasificados para un determinado amperaje, voltaje y vataje. Esta información generalmente se incluye en la etiqueta UL o ETL y en el manual del propietario del equipo, herramienta o aparato que será alimentado por el cable.

En términos simples, esto significa la cantidad máxima de energía que un dispositivo puede consumir de manera segura usando el cable antes de sobrecalentarse y posiblemente causar un incendio. Un cable de mayor calificación puede manejar más energía que uno de menor calificación porque es más grueso, lo que aumenta la capacidad para entregarla.

Un cable de menor calificación también tiene una mayor longitud, lo que disminuye la potencia que puede transportar con el tiempo debido al efecto de la "caída de voltaje". La caída de voltaje es causada por la resistencia eléctrica que ocurre cuando la electricidad viaja a través del cable.

Los cables más cortos tienen una mayor capacidad que los cables más largos porque hay menos caída de voltaje. No se recomiendan cables más largos para hacer funcionar electrodomésticos y dispositivos que consumen mucha energía, como una sierra circular o varias luces de trabajo, porque pueden tensar el cable.

Calibre de cable y caída de voltaje

El calibre del cable dentro del cable de extensión es una clasificación numérica del diámetro del cable de cobre o AWG. En el sistema AWG, cuanto menor es el número, más grueso es el cable.

Esta es una buena regla general a seguir al elegir un cable de extensión. Le ayudará a elegir la mejor opción para sus necesidades.

La mayoría de los cables están dimensionados para cumplir con los amperios y vatios que puede consumir la herramienta o el electrodoméstico, lo que se indica mediante una pequeña placa de metal que explica la clasificación de amperaje del dispositivo. Por ejemplo, una sierra circular puede tener una capacidad nominal de 8 amperios. Entonces, si está buscando un cable de extensión que pueda alimentar una sierra circular, necesitará un cable con una capacidad nominal de al menos 8 amperios.

Caída de voltaje y amperaje

La electricidad es susceptible a la caída de voltaje, lo que puede hacer que el dispositivo o electrodoméstico se sobrecaliente y posiblemente incluso se incendie si lo usa incorrectamente. Por eso es importante utilizar el cable más corto posible.

Si no está seguro de qué cable es del tamaño adecuado para sus necesidades, haga una prueba para ver cuántos pies puede estirar el cable antes de que comience a sobrecalentarse. Puedes hacerlo midiendo la longitud total de tu circuito eléctrico o simplemente usando un multímetro para leer la resistencia en diferentes puntos del cableado de tu casa.

Lo mismo ocurre con la potencia del cable. Un vataje es una estimación de la potencia que puede entregar un dispositivo o electrodoméstico y, por lo general, se indica mediante la cantidad de vatios por pie de cable o la clasificación de vataje en la etiqueta del electrodoméstico o la herramienta que está enchufando.